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Las ventajas de las nuevas tecnologías para el emprendimiento social

Como dos caras de la misma moneda, los peores años de la crisis propiciaron el aumento de los problemas sociales y, al mismo tiempo, favorecieron el auge del emprendimiento social como una vía de suavizar sus efectos mediante la generación de ideas innovadoras.

Unas ideas innovadoras que se proponen la transformación en el ámbito social, medioambiental y financiero con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas sin perder de vista la generación de unos beneficios empresariales que aseguren el efecto transformador, multiplicador y duradero de la empresa.

No hay coto vedado para el emprendimiento social. La creatividad de estos emprendedores no tiene límites y abarca desde la igualdad de género al medio ambiente, desde el consumo sostenible a la educación, desde la inclusión social de personas con discapacidad a la construcción eficiente de viviendas. 

Estas iniciativas, que suelen partir de personas innovadoras, formadas y creativas, encuentran un poderoso aliado en las nuevas tecnologías. El emprendimiento social aplica sin complejos herramientas como el Big Data, el Blockchain, la Inteligencia Artificial o el Internet de las Cosas para alcanzar sus objetivos de transformación social.

«El emprendimiento social aplica nuevas herramientas tecnológicas como el Big Data, el Blockchain, la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas o las redes sociales.»

 

Estas novedosas herramientas, que se están introduciendo poco a poco en el resto de sectores, les aporta beneficios en asuntos como la transparencia, la descentralización, la distribución, la certificación de la identidad, la financiación y, por supuesto, el marketing

A nadie se le escapa -y los emprendedores sociales no son una excepción- que internet y las redes sociales les aportan un enorme altavoz que amplifica rápida y globalmente la difusión y el alcance de su propuesta.

Al mismo tiempo, permiten visibilizar a la sociedad retos y necesidades sociales y superar el ámbito de lo local para convertirse en retos globales.

Internet también abre la puerta de los emprendedores sociales hacia nuevos modelos de financiación a través de plataformas de micromecenazgo, foros para emprendedores sociales o aceleradoras de proyectos.

En este ámbito, las nuevas tecnologías posibilitan campañas más efectivas y segmentadas en función de los objetivos, que arrojan en todo momento datos de resultado e impacto que permiten evaluar los resultados en tiempo real y, si es necesario, reorientar la estrategia

Las nuevas tecnologías permiten, al mismo tiempo, acceder a nuevas fórmulas de negocio, que pueden afrontar un determinado reto social a través de aplicaciones móviles, startups o páginas web. También hace posible el contacto con otros emprendedores sociales de todo el mundo a través de plataformas y herramientas específicas, lo que contribuye a un mayor alcance de las ideas y proyectos innovadores.

Desde 2013, la Comisión Europea promueve la European Social Innovation Competition, creada en recuerdo del pionero de la innovación social Diogo Vasconcelos, un político portugués fallecido en 2011 que centró su trabajo en el papel fundamental de las TIC y la banda ancha para fomentar la innovación y apoyar nuevos modelos descentralizados para abordar algunos de los principales desafíos sociales globales del siglo XXI.

El mecenazgo social, clave para el avance de las entidades sin ánimo de lucro

El mecenazgo social es un concepto novedoso. Se trata de un modelo de mecenazgo que destaca por motivar a empresas y a particulares con ventajas en el marco fiscal por su apoyo económico a ONG relacionadas con los servicios sociales, la igualdad de género y la cooperación al desarrollo.

En España, este modelo ha sido desarrollado por entidades como el Consejo de Bienestar Social de Navarra. El impacto social de esta iniciativa es clave para cohesionar el tejido ciudadano y empresarial en la configuración de retos sociales que se concreten en objetivos desarrollados para mejorar la vida de la población a través de las donaciones.

En este sentido, el abanico de posibilidades que se abre para las organizaciones sociales implica superar un desafío que, para estas entidades, se perpetúa a través del tiempo como una barrera difícil de sortear y que es la base para que sus estructuras adquieran una robustez en la comunidad definitiva.

Se trata, naturalmente, de conseguir una implicación por parte del sector empresarial y la ciudadanía, que, gracias al mecenazgo social, adquieren un grado de compromiso excepcionalmente sólido con las organizaciones sin ánimo de lucro y que, además, es beneficioso para todas las partes.

«El mecenazgo social se configura para las ONG como una herramienta de integración, progreso y desarrollo que, sin duda, les dan un impulso definitivo para su crecimiento.»

 

La interacción entre todos estos actores sociales genera una estabilidad en el seno de la entidades sin ánimo de lucro que es capaz de superar desafíos más allá de sus rutinas productivas y que crean beneficios sociales intangibles de un valor incalculable para los colectivos con los que trabajan y para el conjunto social.

Pensemos, por ejemplo, en lo que implica superar barreras de género en una coyuntura especialmente vulnerable y en un marco social que clama una solución a esta situación tan complicada. Por tanto, las donaciones para una ONG superan con creces el montante económico que reciben aunque, no obstante, son su principal motor para impulsar su actividad.

Sin embargo, se hace necesario precisar que una entidad social trata de asumir, desde principio a fin, objetivos de largo alcance social que transformen la vida de las personas y, a su vez, la vida de otros colectivos relacionados; y, en definitiva, toda la estructura que está implicada en el conjunto de la sociedad.

Estas entidades, además, conscientes de los beneficios fiscales que las donaciones reportarán a las empresas y a los particulares, asumen un rol que antes les estaba vetado por quedar fuera de este modelo en el ámbito socioeconómico.

Así, el mecenazgo social se configura para las ONG como una herramienta de integración, progreso y desarrollo que implementa múltiples funciones en sus estructuras y en sus proyectos que, sin duda, son un impulso definitivo para su crecimiento en una atmósfera social en la que las organizaciones sin ánimo de lucro se configuran con un elemento clave para que las sociedades adquieran mayores cotas de libertad.

Responsabilidad Social: posibles vías de colaboración entre empresas y ONG para mejorar la sociedad

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se ha convertido en los últimos tiempos en un objetivo para cada vez más empresas. Siempre es posible proyectar una mejoría en el entorno en el que la empresa opera, que es el fin de la RSC.

A continuación, te contamos las claves de colaboración a la hora de establecer relaciones fructíferas entre las empresas y las ONG. Presta atención.

Aparte de por convicción, las firmas llevan a cabo acciones de RSC para incrementar su reputación. Se trata, en cierto modo, de revertir en la sociedad una parte de los beneficios que se están logrando. En parcelas tan relevantes como el medio ambiente, género, igualdad, inclusión social o cooperación al desarrollo.

Sin embargo, se están haciendo notorios algunos cambios en la manera en la que tanto las empresas como las organizaciones del sector no lucrativo tienen de entender su cooperación.

«La principal diferencia respecto a las anteriores relaciones entre sector privado y solidario consiste en que cada vez se están contemplando menos desde el«buenismo» o el asistencialismo.»

 

La principal diferencia respecto a las anteriores relaciones entre sector privado y solidario consiste en que cada vez se están contemplando menos desde el«buenismo» o el asistencialismo. No se trata de aportar fondos y desvincularse de la donación. Se ha instalado una visión crítica que resulta mucho más exigente y provechosa.

En este sentido, las empresas han de optar por financiar proyectos que aporten valor real a su marca. Empezando por su plantilla, que ha de sensibilizarse con los fines a los que se contribuye. En consecuencia, es importante que la cooperación se lleve a cabo con asociaciones cercanas. Su acción social mitigará localmente algunas desigualdades que genera el proceso de globalización.

Asimismo, las firmas han de tratar de colaborar con asociaciones que formen parte de su sector. De esta forma, se producirá una relación más fructífera entre ambas. No hay que tener miedo a dar una negativa a la participación en un proyecto. Tanto por parte de las empresas como por la de las organizaciones del Tercer Sector.

Por otro lado, las empresas requieren medir el impacto social de los proyectos que ayudan a financiar. Las organizaciones no lucrativas, por lo tanto, tienen que adaptarse a ciertos parámetros de rendición de cuentas propios del sector privado. De este modo, se produce una mayor implicación de los partners y se gana tanto en transparencia como en retos sociales conseguidos.

En definitiva, la Responsabilidad Social Corporativa ha entrado en una nueva era, caracterizada por una optimización de los recursos compartidos entre empresas y organizaciones sin ánimo de lucro.

Empresas y ONG se dan cita en CECO para buscar soluciones a los principales retos sociales

Más de un centenar de representantes de empresas y ONG se han dado cita hoy en la sede de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) en el transcurso de la Jornada ONG-Empresa ‘Juntos para multiplicar el impacto social’, un foro que por primera vez favorece un espacio de encuentro para ampliar el conocimiento mutuo y tender puentes hacia la resolución de los principales retos sociales a los que se enfrenta Córdoba y su provincia.

En la jornada, organizada por Córdoba Social Lab (CSL) y CECO, con la colaboración de la Fundación CajaSur, se han mostrado una docena de casos de éxito que ya se están desarrollando de forma conjunta las empresas y las organizaciones sociales.

Además, el encuentro ha contado con un diálogo entre el director gerente del Hospital La Arruzafa, Rafael Agüera, y la confundadora del proyecto de emprendimiento social Apadrina un olivo, Sira Plana.

Ambos han puesto en común las experiencias y los resultados de sus respectivos proyectos, ambos de tinte social. El hospital, a través de la Fundación Arruzafa, ha ofrecido en sus quince años de andadura atención oftalmológica gratuita a más de 36.000 personas tanto en Córdoba como en sus misiones internacionales.

Por su parte, Apadrina un olivo ha construido una empresa que tiene como objetivo la recuperación de olivos abandonados en la localidad turolense de Oliete. Su proyecto se ha convertido en uno de los altavoces de la España vaciada y está aportando actividad económica, empleo y vida a este pequeño pueblo.

«A través de un vídeo, se han mostrado una docena de casos de éxito que ya se están desarrollando de forma conjunta las empresas y las ONG en Córdoba y provincia»

 

Posteriormente, tanto los representantes de empresas como de ONG se han distribuido en varias mesas temáticas de diálogo que han trabado de abrir posibles vías de colaboración para la resolución de desafíos como el empleo y la inserción laboral, la inclusión social, la reducción de la desigualdad y la discapacidad.

Para el director de la Fundación CajaSur, Ángel Cañadilla, ambos mundos, el social y el empresarial, “pueden conectar e iniciar una relación sólida que permita la generación de valor social y económico en su entorno”. La Fundación CajaSur impulsa CSL, un foro de encuentro y diálogo que aglutina a más de 30 entidades del Tercer Sector.

Por su parte, el presidente de la Fundación Xul, José Castillo, entidad que dinamiza CSL, ha afirmado que “hay espacios en los que ONG y empresas pueden confluir y construir relaciones de valor para ambos, que resulten en beneficio de las personas y de las causas que lo necesiten”. El objetivo no es otro que el de “iniciar un camino compartido de trabajo para, juntos, multiplicar el impacto social”.

El presidente de la Comisión de Responsabilidad Social Empresarial de CECO, José Rafael Rich, ha declarado que encuentros como el de hoy permite “crear sinergias entre las ONG y las empresas para construir una sociedad más igualitaria, donde la inclusión y la inserción sean también primordiales para la empresa”.