Entradas

«Hablar de captación es hablar de nuestra capacidad para movilizar a más personas para que apoyen nuestra causa». Entrevista a Marcelo Estraviz, un experto captador de fondos.

Después de más de 20 años de experiencia profesional en el Tercer Sector, a Marcelo Estraviz le brillan los ojos al hablar de causas sociales y movilización de recursos para la consecución de un impacto social positivo y en la calidad de vida de las personas. «Movilizar recursos es generar dinero para crear nuestros propios fondos y no depender exclusivamente de proyectos, fondos para nuestra causa como un todo, para las personas detrás de esa causa»,comenta Estraviz, «el dinero es un medio, lo importante son las personas, la causa».

Marcelo Estraviz es Presidente del Instituto Doar de Brasil, emprendedor social y escritor, además de fundador y expresidente de la Asociación Brasileña de Captadores de Recursos (ABCR) y asesor de Greenpeace Brasil, Cidade Democrática e Instituto Filantropía. Autor de libros como “Captação de diferentes recursos para organizações da sociedade civil”, “Un día del procurador de fondos” y “Pause”, e impulsor del #diadeoar en Brasil y la certificación de ONGs en este país, actualmente se dedica a la asesoría, coaching y capacitación de entidades no lucrativas para movilizar y atraer recursos (Estraviz & Associados).

 

Estraviz es un orador nato, motiva e inspira con cada palabra que pronuncia. Así lo hemos podido comprobar durante su paso por Córdoba Social Lab, donde ha participado en un taller dirigido a las entidades del grupo durante los meses de Enero y Febrero de 2017. Concluido este período formativo, Marcelo hace evaluación y reflexiona acerca del estado de la captación de fondos en nuestro país:

Acaba de terminar el «Taller de Captación de Recursos y Coaching para el diseño de un Plan de Recaudación» en CSL, ¿qué destacarías de esta experiencia?

«La primera percepción que tuve es que las organizaciones son similares tanto aquí como en América Latina: los mismos problemas, las mismas dificultades que he visto en Buenos Aires, Montevideo, São Paulo, Jalisco o Madrid. Nosotros que trabajamos con ONGs somos muy buenos en unas cosas pero muy poco dedicados a otras, como son conseguir dinero y generar alianzas. Así que me sentí contribuyendo a las organizaciones de Córdoba a partir de mi experiencia durante los últimos 20 años.

Mientras hacíamos ejercicios en grupo o individuales, noté una diferencia que me llamó la atención: ¡Cómo se implican las personas de estas organizaciones! Algo tímidos en las primeras horas, una vez fuimos ganando confianza unos con otros, los resultados que presentaron eran de gran calidad. Estoy contento y animado porque pienso que harán lo que se plantearon hacer».

«Creo que en 2 ó 3 años tendremos

organizaciones en Córdoba bastante

transformadas y ampliadas en

recursos y donantes«.

– ¿Piensas que la captación de fondos, será fácilmente aplicable a todas las entidades que han participado por igual?

«Fácil nunca es. Pero estoy seguro que tienen las herramientas, la capacidad y el plan para aplicar en sus organizaciones. El proceso es gradual. Pequeños resultados iniciales para grandes resultados futuros. Creo que en 2 ó 3 años tendremos organizaciones en Córdoba bastante transformadas y ampliadas en recursos y donantes, y con eso sus causas estarán fortalecidas».

– Si tuvieras que resumir los contenidos del curso en una frase breve, sería…

«Cómo obtener los recursos necesarios para nuestra causa a través de la adquisición y convivencia con donantes aliados».
– Algo más que destacar de la formación…

«El formato me parece muy saludable. Dos encuentros de dos días y el coaching individual, que ha permitido la resolución de dudas específicas que solamente descubrieron ya en la práctica. Estoy muy feliz de haber participado en una formación con este formato.Espero que las organizaciones hayan disfrutado tanto como yo».

«Observo un movimiento saludable hacia

la diversificación de recursos».

– ¿Cómo ves el panorama actual para la captación de fondos en España?

«Aunque seamos de países de dos continentes diferentes, hay una problemática muy similar. En Brasil las ONGs fuimos muy dependientes de recursos de la cooperación internacional hasta hace un par de décadas. En España muchos recursos provienen de los gobiernos (sea Unión Europea, Comunidades Autónomas, etc). Esto genera dependencia de una sola fuente y cierta comodidad a la hora de plantearnos buscar otros recursos. Llegué hace menos de un año a España y observo un movimiento saludable hacia la diversificación de recursos. Salir de recursos exclusivos de las convocatorias y buscar recursos provenientes de empresas, personas individuales, eventos…».

«Pensar captación como una forma de establecer

relaciones con personas es lo más adecuado».

– ¿Qué diferencias esenciales observas entre la captación de fondos en las culturas anglosajona y latina?

«Los anglosajones son en su mayoría protestantes y nosotros los latinos somos de una cultura principalmente católica. Eso genera unas diferencias significativas. La ética protestante va muy bien para los negocios y para nosotros el dinero es casi un «pecado»: mientras los ricos americanos o ingleses son muy valorados por sus éxitos, los ricos en Brasil o España están en general mal vistos. Para los anglosajones los ricos son los mejores filántropos y nuestra cultura asocia donar con la limosna. Por eso, volviendo a la formación que hemos tenido en Córdoba, durante la primera parte del taller trabajamos generando cambios mentales o de paradigma, para que podamos ocuparnos del concepto de donación de forma virtuosa». 

– ¿Qué quieres decir cuando hablas de «cambio de paradigma» en relación a la captación de fondos?

«Pensamos el dinero cuando pensamos en captación. Eso es normal y así debe ser. Pero hay que notar que el dinero es una cosa y no una persona. Y somos las personas quienes manejamos el dinero. El dinero es un intermediario en las relaciones. Si me despisto, empiezo a hablar con las personas pensando en su dinero y eso es lo peor que puede ocurrir. Pensar captación como una forma de establecer relaciones con personas es lo más adecuado, principalmente buscando que estas personas se transformen en nuestras aliadas para la causa. Eso es lo más rico de la experiencia y que genera la riqueza que buscamos para financiar nuestras causas».

«Hay que tener un departamento de captación.

Aunque este departamento sea al inicio

de una única persona».

– Las grandes entidades, con sedes en otros núcleos urbanos del país, suelen contar con departamentos de captación. No obstante, otras organizaciones cordobesas medianas y pequeñas, empiezan a hablar de captación, ¿cómo ves la viabilidad de la aplicación de las herramientas de la captación de fondos para estas entidades en una ciudad como esta?

«Fui muy directo en cuanto a este punto: hay que tener un departamento de captación. Aunque este departamento sea al inicio de una única persona. Mientras no se haga, no será satisfactorio el resultado. La cuestión no es la ciudad, en cualquier parte del mundo existen organizaciones con o sin departamentos, y las que tiran para adelante son las que tienen un departamento. Las demás, tienen una supervivencia financiada por convocatorias o cosas parecidas… No es saludable. No tener un profesional (al menos uno) que sólo se dedique a eso hace que todo sea muy complicado. Hay que profesionalizar esta tarea como una más, ya que la captación no consiste solamente en acciones a llevar a cabo cuando el dinero se nos acaba».

«La captación no consiste solamente en acciones

a llevar a cabo cuando el dinero se nos acaba».

– Cuando hablamos de captación de fondos, parece imprescindible hablar de movilización social, ¿podrías explicarnos mejor esto?

«Con mucho gusto respondo esta cuestión, porque es lo que me hace estar animado todos los días para trabajar con este tema. A mí no me interesa particularmente el dinero. Como he dicho, juega básicamente un rol de intermediario entre dos o más personas en una relación. Pero lo que sí me interesa es ampliar cada vez más el número de donantes. Una ONG con 10 donantes tiene menos reputación que otra con 100 o mil. Y no me refiero a sus causas, pero sí a la capacidad que tuvieron para convencer a más gente sobre su causa. Greenpeace, con sus 3 millones de donantes regulares es una de las organizaciones más activas en el ámbito de medio ambiente, aunque está lejos de ser la que recauda más dinero. Esa capacidad de movilizar a las personas, para que se transformen en aliados y a su vez en donantes, es lo que me encanta. En este caso todo empezó con 7 hippies canadienses. Yo digo que si ellos lo consiguieron, cualquiera de nosotros también puede conseguir muchos aliados y donantes para financiar de forma sostenible nuestras organizaciones».