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Proyecto de agro-escuela de Acopinb

La Asociación Cordobesa para la Integración de Niños Border-Line (A.CO.P.I.N.B) fue creada en 1994 por un grupo de familiares de personas con discapacidad mental moderada o retraso madurativo con el objetivo de facilitarles un proyecto de vida y promover su inclusión en la sociedad.

Desde 2014 esta asociación promueve el proyecto de agro-escuela ecológica en la finca “El Aguilarejo” (situada en el kilómetro 8 de la carretera de Palma del Rio). Este proyecto no solamente proporciona una ocupación diaria para las personas usuarias de la entidad, sino que además es para ellos y ellas una oportunidad de disfrutar de un espacio al aire libre y la producción ecológica supone una alternativa sostenible al desarrollo de la ciudad de Córdoba.

Charo, técnica de la asociación, y Pepa, madre de Jesús, uno de los usuarios (ambos en la foto a la izda.), nos acompañan a dar una paseo por sus instalaciones y nos cuentan los detalles del proyecto y su experiencia. 

Las familias en Córdoba tenemos varias opciones para niños y niñas con alguna discapacidad pero ¿dónde te metes cuando tienes 21 años?, el proyecto de la agro-escuela es una buena y sana opción, permite que desarrollen una actividad y estamos al aire libre”, Pepa nos habla satisfecha de este proyecto, el cual se alimenta principalmente del impulso de las familias y el esfuerzo de las personas voluntarias y técnicas de la asociación, aunque se lamenta de la falta de mayores recursos y continuidad para personal especializado.  

Hoy, como cualquier otro día, el autobús de Acopinb ha pasado a recoger bien temprano a las veintiuna de las cuarenta y seis personas usuarias de la asociación que participan en la agro-escuela.  Los chicos y chicas trabajarán en la recolecta de verduras en el huerto, las pesarán y prepararán las cestas que han sido encargadas. Además, entre otras actividades, los chicos y chicas se encargan de decorar las bolsas donde irán estas cestas en el aula de manualidades.

Empezamos por el espárrago, el producto estrella de Acopinb. Hoy, tenemos un gran invernadero con productos de cada temporada, aromáticas, barreras naturales y unos 1.000 árboles, entre frutales y olivos, nos cuenta Charo Carmona. El objetivo es seguir creciendo, conseguir la autofinanciación y la mejor calidad de vida para nuestras personas usuarias

Todos los productos  cuentan con certificado ecológico (CAAE).

Los chicos y chicas también elaboran plantones y actualmente se está haciendo un banco de semillas propio. La comercialización de estos plantones y semillas ecológicas, así como la posibilidad de ampliar las instalaciones para hacer un centro de noche, son algunos de los proyectos que a la entidad le gustaría desarrollar en el futuro.

 

Puntos de reparto:

La asociación reparte las cestas cada jueves por la mañana en Córdoba, donde tiene establecidos puntos de reparto en el patio de la Real Colegiata de San Hipólito (en Bulevar de Gran Capitán) y frente a la Subdelegación del Gobierno.

Las cestas son reservadas previo encargo, pero también se venden a personas que pasan por allí si hay excedente.

 

¿Cómo encargar tu cesta?

Si quieres unirte al grupo de reparto, contribuir con ello a la mejora de la calidad de vida de estas personas y apoyar un proyecto de agroecología en Córdoba, ponte en contacto con Pepa: 649318285 / ecoacopinb@hotmail.com.

Donativo: 5 euros.

María del Mar Calero: “Me habéis dado la vida”. Hospital La Arruzafa y Cruz Roja, unidos en la creación de empleo.

El programa Plan Empleo de Cruz Roja ha permitido que cuatro mujeres en situación de desempleo formen parte de la plantilla de personas que desarrolla su actividad profesional en el Hospital La Arruzafa de Córdoba, un centro de referencia especializado en Oftalmología que colabora de manera directa con esta organización.

El hospital, compuesto por un complejo de tres edificios y que cuenta con unas instalaciones con una superficie superiores a los cuatro mil metros cuadrados, donde se ubican un edificio de consultas, otro de hospitalización y un instituto oftalmológico, lleva a cabo desde hace años un protocolo de selección de personal propio que pone en consonancia de manera coordinada con Cruz Roja y sus orientadores de empleo para así identificar perfiles que se ajusten a una posible demanda laboral.

“Los resultados obtenidos hasta la fecha son muy satisfactorios”, tal y como explica Belén Cano, responsable del Departamento de Calidad del Hospital La Arruzafa. En esta línea, Cano detalla que “contamos con método de selección que funciona de acorde a lo establecido previamente y que este permite adecuar posibilidades laborales”. La Arruzafa, que actualmente tiene en plantilla a 102 personas, ha integrado recientemente a algunas de las demandantes de empleo de Cruz Roja que han superado las entrevistas previas y que cuentan con “un nivel formativo, de experiencia precisa y ajustada a diferentes actividades de tipo profesional”.

«Ha sido como un regalo. Mi experiencia es muy positiva, tanto en la fase de entrevistas personales como ya en la propia integración en el ámbito del trabajo»

 

Uno de los casos de éxito lo refleja Patricia Roldán, una joven auxiliar de enfermería que se encontraba en situación de desempleo y que gracias a este programa ha encontrado una ocupación profesional “que ha sido como un regalo”, según detalla. Roldán matiza que tanto el programa como el “seguimiento de mi orientadora” han sido “fundamentales para que yo esté aquí trabajando. Ha sido como un regalo. Mi experiencia es muy positiva, tanto en la fase de entrevistas personales como ya en la propia integración en el ámbito del trabajo. Mi adaptación al puesto de trabajo, el cariño y gran acogida de todos mis compañeros han servido para que me sienta como dentro de una gran familia. Tuve una experiencia laboral anterior antagónica a esta, porque en La Arruzafa veo como todos los compañeros se ayudan los unos a los otros”, detalla.

Otro de los perfiles incorporados a la plantilla del hospital se refleja en la figura de María del Mar Calero, una madre de cuarenta y siete años a cargo de dos hijos que llevaba tres años en situación de desempleo y que, como cuenta, “había perdido la motivación”. Así, asegura agradecida que “me habéis dado la vida”, en alusión a haber podido encontrar una ocupación profesional. Calero, que trabaja en el Departamento de Mantenimiento y Limpieza, asevera que está “contentísima por esta oportunidad. Cubre totalmente mis expectativas y me siento totalmente integrada gracias a mis compañeras de trabajo y al entorno en el trabajo”.

Una experiencia similar la representa Antonia Luna, compañera de Calero, madre de dos hijos y con 42 años. Esta apunta que llevaba nueve meses sin encontrar trabajo hasta que comenzó el proceso de selección de personal en el Hospital La Arruzafa. “Estoy tremendamente orgullosa de trabajar aquí. Tengo la ilusión de poder jubilarme en este hospital, porque su ambiente de trabajo y todo el personal hacen que todo sea positivo”, concluye.

 

*Texto redactado por Víctor Molino, Departamento de Comunicación Hospital La Arruzafa.