Responsabilidad Social: posibles vías de colaboración entre empresas y ONG para mejorar la sociedad

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se ha convertido en los últimos tiempos en un objetivo para cada vez más empresas. Siempre es posible proyectar una mejoría en el entorno en el que la empresa opera, que es el fin de la RSC.

A continuación, te contamos las claves de colaboración a la hora de establecer relaciones fructíferas entre las empresas y las ONG. Presta atención.

Aparte de por convicción, las firmas llevan a cabo acciones de RSC para incrementar su reputación. Se trata, en cierto modo, de revertir en la sociedad una parte de los beneficios que se están logrando. En parcelas tan relevantes como el medio ambiente, género, igualdad, inclusión social o cooperación al desarrollo.

Sin embargo, se están haciendo notorios algunos cambios en la manera en la que tanto las empresas como las organizaciones del sector no lucrativo tienen de entender su cooperación.

«La principal diferencia respecto a las anteriores relaciones entre sector privado y solidario consiste en que cada vez se están contemplando menos desde el«buenismo» o el asistencialismo.»

 

La principal diferencia respecto a las anteriores relaciones entre sector privado y solidario consiste en que cada vez se están contemplando menos desde el«buenismo» o el asistencialismo. No se trata de aportar fondos y desvincularse de la donación. Se ha instalado una visión crítica que resulta mucho más exigente y provechosa.

En este sentido, las empresas han de optar por financiar proyectos que aporten valor real a su marca. Empezando por su plantilla, que ha de sensibilizarse con los fines a los que se contribuye. En consecuencia, es importante que la cooperación se lleve a cabo con asociaciones cercanas. Su acción social mitigará localmente algunas desigualdades que genera el proceso de globalización.

Asimismo, las firmas han de tratar de colaborar con asociaciones que formen parte de su sector. De esta forma, se producirá una relación más fructífera entre ambas. No hay que tener miedo a dar una negativa a la participación en un proyecto. Tanto por parte de las empresas como por la de las organizaciones del Tercer Sector.

Por otro lado, las empresas requieren medir el impacto social de los proyectos que ayudan a financiar. Las organizaciones no lucrativas, por lo tanto, tienen que adaptarse a ciertos parámetros de rendición de cuentas propios del sector privado. De este modo, se produce una mayor implicación de los partners y se gana tanto en transparencia como en retos sociales conseguidos.

En definitiva, la Responsabilidad Social Corporativa ha entrado en una nueva era, caracterizada por una optimización de los recursos compartidos entre empresas y organizaciones sin ánimo de lucro.

Empresas y ONG se dan cita en CECO para buscar soluciones a los principales retos sociales

Más de un centenar de representantes de empresas y ONG se han dado cita hoy en la sede de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) en el transcurso de la Jornada ONG-Empresa ‘Juntos para multiplicar el impacto social’, un foro que por primera vez favorece un espacio de encuentro para ampliar el conocimiento mutuo y tender puentes hacia la resolución de los principales retos sociales a los que se enfrenta Córdoba y su provincia.

En la jornada, organizada por Córdoba Social Lab (CSL) y CECO, con la colaboración de la Fundación CajaSur, se han mostrado una docena de casos de éxito que ya se están desarrollando de forma conjunta las empresas y las organizaciones sociales.

Además, el encuentro ha contado con un diálogo entre el director gerente del Hospital La Arruzafa, Rafael Agüera, y la confundadora del proyecto de emprendimiento social Apadrina un olivo, Sira Plana.

Ambos han puesto en común las experiencias y los resultados de sus respectivos proyectos, ambos de tinte social. El hospital, a través de la Fundación Arruzafa, ha ofrecido en sus quince años de andadura atención oftalmológica gratuita a más de 36.000 personas tanto en Córdoba como en sus misiones internacionales.

Por su parte, Apadrina un olivo ha construido una empresa que tiene como objetivo la recuperación de olivos abandonados en la localidad turolense de Oliete. Su proyecto se ha convertido en uno de los altavoces de la España vaciada y está aportando actividad económica, empleo y vida a este pequeño pueblo.

«A través de un vídeo, se han mostrado una docena de casos de éxito que ya se están desarrollando de forma conjunta las empresas y las ONG en Córdoba y provincia»

 

Posteriormente, tanto los representantes de empresas como de ONG se han distribuido en varias mesas temáticas de diálogo que han trabado de abrir posibles vías de colaboración para la resolución de desafíos como el empleo y la inserción laboral, la inclusión social, la reducción de la desigualdad y la discapacidad.

Para el director de la Fundación CajaSur, Ángel Cañadilla, ambos mundos, el social y el empresarial, “pueden conectar e iniciar una relación sólida que permita la generación de valor social y económico en su entorno”. La Fundación CajaSur impulsa CSL, un foro de encuentro y diálogo que aglutina a más de 30 entidades del Tercer Sector.

Por su parte, el presidente de la Fundación Xul, José Castillo, entidad que dinamiza CSL, ha afirmado que “hay espacios en los que ONG y empresas pueden confluir y construir relaciones de valor para ambos, que resulten en beneficio de las personas y de las causas que lo necesiten”. El objetivo no es otro que el de “iniciar un camino compartido de trabajo para, juntos, multiplicar el impacto social”.

El presidente de la Comisión de Responsabilidad Social Empresarial de CECO, José Rafael Rich, ha declarado que encuentros como el de hoy permite “crear sinergias entre las ONG y las empresas para construir una sociedad más igualitaria, donde la inclusión y la inserción sean también primordiales para la empresa”.

El Tercer Sector, ante los desafíos sociales que enfrenta Córdoba: Inclusión

La inserción sociolaboral de las personas es clave para asegurar su inclusión plena en la sociedad. Las entidades consagradas a favorecer la inclusión social en la provincia de Córdoba coinciden en señalar el acceso al mercado laboral como el resorte que permite a las personas evitar la exclusión social y la pobreza.

Luis Amaro, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, destaca como los principales problemas en este ámbito la elevada tasa de desempleo existente entre las mujeres, especialmente mayores de 45 años, así como el subempleo y la brecha salarial. Esta situación viene agravada por las “elevadas tasas de abandono escolar y una bolsa creciente de jóvenes que ni estudian ni trabajan”.

Elena Balongo, de la Fundación Don Bosco, señala igualmente la inserción laboral como “una de las bases principales para lograr la plena inclusión social”. Así, apuesta por la formación y el desarrollo de habilidades y sociales a través de programas educativos y actuaciones sociales como vía para impulsar la empleabilidad y, por tanto, la inserción laboral.

Balongo hace un llamamiento a las Administraciones para que “coordinen sus recursos y unifiquen sus criterios de actuación” en pos de “medidas integrales que incluyan su correspondiente seguimiento”.

«Las Administraciones deben para generar situaciones de igualdad de oportunidades y una distribución de la riqueza más equitativa” (Orden Hospitalaria de San Juan de Dios)»

En esta línea, Amaro considera prioritario que las Administraciones “ejerzan su responsabilidad” y doten a las políticas públicas de recursos económicos adecuados que permitan mitigar los problemas de desempleo, envejecimiento de la población, pobreza o exclusión residencial, de modo que sea posible “generar situaciones de igualdad de oportunidades y una distribución de la riqueza más equitativa”.

El Tercer Sector, ante los desafíos sociales que enfrenta Córdoba: Salud

Las ONG desempeñan una labor fundamental en la resolución de problemáticas sociales y, en el caso de los desafíos vinculados a los problemas de salud, soportan una parte muy importante de la atención a las personas afectadas con el objetivo de mejorar su calidad de vida.

Estas organizaciones sociales reclaman un mayor conocimiento y reconocimiento social de las entidades del Tercer Sector para atender y dar soluciones a los problemas sociales derivados de enfermedades, trastornos de conducta, adicciones o enfermedades mentales.

Para la directora de Asaenec, Susana Luque, es necesario “sensibilizar y concienciar socialmente a la población sobre otras realidades desconocidas”, para que sean conscientes de que “sin la acción de organizaciones del Tercer Sector, estos problemas sociales estarían desatendidos o atendidos insuficientemente por la Administración”.

Luque reclama la implicación de las instituciones, que deben “promover la coordinación real y efectiva de todas las instituciones implicadas”, de forma que sea posible “generar y construir una red suficiente de dispositivos y recursos sociales que cubran las necesidades y carencias existentes”.

Además, resulta fundamental “la comprensión y empatía de la sociedad” hacia las personas en dificultades, superando estigmas y discriminaciones injustas”, añade la representante de Asaenec.

Precisamente las personas aquejadas de alguna enfermedad mental sufren especialmente actitudes y creencias negativas por parte de la población. Carolina Castellano, de la Fundación Hogar Renacer, hace hincapié en que “alrededor del del 80% de los usuarios que padecen una adicción, con o sin sustancia, tienen asociada una patología mental”. “Esta realidad afecta gravemente a la calidad de vida del paciente y de sus familias” y dificulta su tratamiento e integración social.

«El cambio en los modelos familiares tradicionales provoca que la necesidad de recursos externos, que son muy limitados, sea aún mayor» (Aparcor)

Desde Aparcor, Antonio Aguilar apunta que, frente al “progresivo aumento de problemas de salud, trastornos de conducta, adicciones y enfermedades mentales, el cambio en los modelos familiares tradicionales provoca que la necesidad de recursos externos, que son muy limitados, sea aún mayor”.

Recursos que deben ser “de calidad, con medidas de evaluación de los resultados de los tratamientos recibidos e investigación en áreas donde no existen tratamientos efectivos o éstos son insuficientes”.

Susana Luque, de Asaenec, añade la necesidad que tienen las personas aquejadas por enfermedades mentales de “tener espacios de participación, apoyo mutuo y reivindicación” para poder mejorar sus condiciones de vida.

El Tercer Sector, ante los desafíos sociales que enfrenta Córdoba: Discapacidad

En esta ocasión ponemos el foco en los principales retos que afronta Córdoba y provincia en relación con la discapacidad, un tema que ocupa y preocupa a muchas de las organizaciones sociales que forman parte de Córdoba Social Lab.

Y lo hacemos tanto desde el punto de vista de las entidades como desde las piezas fundamentales que dan sentido a su trabajo, las personas.

Inclusión, accesibilidad, empleo y ocio son conceptos que se repiten en el discurso de las principales entidades de CSL ligadas a la discapacidad. Existe unanimidad en la necesidad de que la sociedad normalice y acepte a las personas con discapacidad como condición sine qua non para alcanzar una inclusión efectiva.

Manuel Ambrosio, de Acpacys, señala que la normalización implica que “todos somos ciudadanos, con los mismos derechos”. “En el día a día, una persona con discapacidad se tiene que enfrentar a una serie de retos que una persona que no la tiene no es capaz de comprender, desde pagar en un comercio con un mostrador que está demasiado alto para alguien que va en silla de ruedas, hasta hoteles e incluso edificios públicos que no están para nada adaptados a personas sordas, ciegas o en silla de ruedas”, remarca Ambrosio.

La integración laboral de las personas con discapacidad sería el otro gran punto pendiente, algo en lo que coinciden las organizaciones sociales. En opinión de Jesús García, de Prode, “no hay inclusión social sin empleo”. A su juicio, la generación de empleo es “fundamental para que las personas con discapacidad tengan acceso a una inclusión social real”.

«La generación de empleo es “fundamental para que las personas con discapacidad tengan acceso a una inclusión social real» (Prode)

García cita el Informe Olivenza, estudio panorámico sobre la situación de la población con discapacidad en España, que concluye que “solo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene empleo”.

A su juicio, “estos datos son devastadores y tienen un efecto directo en las vidas de las personas con discapacidad”, extremo que confirma la Tasa AROPE. Según esta tasa de riesgo de pobreza o exclusión social, “prácticamente una de cada tres personas con discapacidad está en riesgo de pobreza y/o exclusión”.

Jesús García reclama mayor implicación a las Administraciones públicas, que “deben poner en marcha políticas públicas que reviertan la situación en pos de la igualdad de derechos y oportunidades”, pero también a la sociedad en general y al tejido empresarial, “agentes fundamentales para lograr entre todos una sociedad más justa e inclusiva donde nadie se quede atrás”.

Comparte su opinión el presidente de Autismo Córdoba, Miguel Ángel López Raso, para quien “la preparación de las empresas” es tan importante como la de los trabajadores para potenciar el acceso al mercado laboral y, por tanto, hacer posible la inclusión de las personas con discapacidad a todos los niveles.

Junto al empleo, las opciones de ocio y turismo accesible resultan clave para mejorar las condiciones de vida de personas afectadas por alguna discapacidad, según apuntan desde la Asociación Cordobesa para la Integración de Niños Border-line (ACOPINB). De la misma opinión es Jesús García, de Prode, quien apunta la necesidad de dotar de recursos suficientes a estas personas “para puedan ser iguales en derechos y oportunidades en todos los ámbitos de la vida”. En resumen, que puedan “coger las riendas de sus propias vidas, tomar sus propias decisiones, y ser autónomos e independientes con el objetivo de ser felices”.

Próximo encuentro entre empresas y entidades sociales para establecer caminos de colaboración a largo plazo

El ​Grupo Motor ONG-Empresa de Córdoba Social Lab (CSL) prepara para este primer cuatrimestre de 2019 un evento que favorecerá la aproximación entre el sector social y empresarial de la provincia de Córdoba con el objetivo final de establecer caminos de colaboración a largo plazo que permitan beneficios sociales a partir de procesos basados en la innovación social.

A través de este evento, se busca construir un espacio de encuentro, reflexión y aprendizaje que permita un conocimiento mutuo entre las entidades sociales de CSL y las empresas sensibilizadas con programas de Responsabilidad Social Emprearial (RSE) en la provincia.

Esta estrategia de fortalecimiento de la relación ONG-Empresa se encuentra recogida en el Plan Estratégico de CSL, que se desarrolló a finales de 2016 de forma colaborativa y participativa entre las entidades y personas que forman parte de este grupo.

Esta primera actividad de acercamiento contemplará un espacio de ​encuentro propiamente dicho entre ONGs y empresarios a través de mesas temáticas en las que los participantes, empresariado y organizaciones, podrán abordar las principales temáticas en que pueden trabajar juntos para afrontar los desafíos sociales en Córdoba.

Así mismo, durante el evento contaremos con algunos invitados representativos de la colaboración entre ONG y empresa y también se difundirán algunos casos relevantes de buenas prácticas locales, que habremos detectado previamente.

Córdoba Social Lab, impulsado por la Fundación Cajasur en 2014, es hoy un espacio disponible para los actores sociales de la provincia de Córdoba que aboga por la promoción de la innovación social y el fortalecimiento del Tercer Sector en la provincia.

¿Qué recursos para la formación de ONG hay en Andalucía?

La formación es una base esencial para el desarrollo y la profesionalización de las ONG que forman parte del tercer sector, uno de los campos de trabajo más amplio y prometedor en la actualidad.
La consecución de los objetivos de estas entidades —ya sea en el ámbito de la lucha contra la pobreza, el fomento de la educación o la eliminación de las desigualdades sociales—, pasa inevitablemente por la formación y profesionalización.

En este artículo os damos pistas sobre algunos de los recursos formativos para ONG que nos han parecido más interesantes sin salir de Andalucía.

 

Asociaciones y Fundaciones Andaluzas (AFA)
Desde que comenzó a funcionar hace catorce años, más de 30.000 personas se han beneficiado de su amplia oferta formativa. AFA cuenta con una programación anual con cursos y jornadas sobre asuntos de interés para las fundaciones y asociaciones a lo largo y ancho de Andalucía.

Además, coordina el Curso de Experto en Dirección y Administración de Entidades Sin Ánimo de Lucro, que ya ha alcanzado su octava edición y ha consolidado a AFA como referente formativo para especializarse en la gestión de las entidades sin ánimo de lucro.

Este curso está destinado a personas que ya ocupan cargos de responsabilidad en fundaciones o asociaciones, y también a aquellas otras que, con un mínimo de experiencia previa, deseen impulsar su carrera dentro de este sector, adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades.

También ofrece formación a medida, adaptada a las necesidades de cada organización y sus trabajadores, así como un aula virtual con un completo catálogo de cursos y ponentes especializados en entidades sin ánimo de lucro.

La formación adaptada ayuda a las asociaciones y fundaciones a incrementar su competitividad y productividad, desarrollando las competencias y cualificaciones de sus trabajadores para un mejor alcance de sus objetivos.

 

Escuela de Impacto Social La Noria
En Málaga, el Centro de Innovación Social La Noria, que depende de la Diputación de Málaga, lanzó en 2017 la Escuela de Impacto Social con la finalidad de mejorar la formación de entidades y emprendedores sociales a través de un ambicioso programa de capacitación que contempla tres grandes bloques de contenidos: estrategias, herramientas y habilidades.

Hasta el momento han desarrollado acciones formativas en torno al marketing de proyectos sociales, herramientas de gestión de equipos de trabajo, comunicación de proyectos sociales, Responsabilidad Social Corporativa o indicadores de impacto social, entre otros.

 

Coordinadora Andaluza de ONGD (CAONGD)
La Coordinadora Andaluza de ONGD (CAONGD) desarrolla cada año un plan de formación propio dirigido a dirigentes y trabajadores en materias como gestión económica y financiera, comunicación estratégica, feminismo, educación para el desarrollo, cooperación internacional, etc.
También recopila en su web la oferta formativa de entidades y ONGD de interés en toda España.

 

Escuela de Economía Social 
El Programa Fides de Dirección de la Innovación para la Economía Social y el Tercer Sector pretende empoderar a las personas participantes para que lideren cambios en sus organizaciones integrando la coherencia con la identidad y los valores sociales con la mayor viabilidad económica y la mayor resilencia y efectividad organizativa.

 

Universidad de Granada
El Máster Universitario en Cooperación al Desarrollo, Gestión Pública y de las ONGDs, que en el curso 2018/2019 aborda su decimoctava edición, es uno de los más consolidados y de mayor trayectoria académica de los que se ofrecen actualmente en las universidades públicas españolas en esta especialidad.

Quienes cursen estos estudios se dotarán de instrumentos, habilidades y competencias profesionales claves para comprender la cooperación internacional para el desarrollo.

La Universidad de Granada dispone de otros masters de interés para directivos y trabajadores de asociaciones y fundaciones, como el Master Universitario en Diversidad Cultural, que junto a una visión general sobre conceptos clave ofrece cinco especialidades: la educativa, la jurídica, la económica, la administrativa y la sanitaria.

El Master Interuniversitario en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos, por su parte, tiene la finalidad de contribuir al conocimiento y desarrollo de los derechos humanos, los principios democráticos, los principios de igualdad entre mujeres y hombres, de solidaridad, de protección medioambiental, de accesibilidad universal y de fomento de una Cultura de Paz.

 

Universidad de Huelva 
El Master en Economía Social y Solidaria es un máster interuniversitario que se imparte en colaboración con las universidades de Jaén y de Cádiz, en modalidad semipresencial a lo largo de un curso académico completo con el objetivo de conocer a fondo la economía social y su papel en el desarrollo territorial.

La Universidad de Huelva también oferta otros cursos relacionados con esta materia, como el Curso de Experto Universitario en Economía Solidaria y Emprendimientos Sociales, que tiene como objetivos principales proporcionar la difusión y un mejor conocimiento de la economía solidaria, así como el fomento de iniciativas y emprendimientos sociales con objeto de dinamizar esta forma diferente de entender la economía, poniendo en relación a instituciones educativas, emprendimientos sociales, instituciones financieras y a la sociedad civil.

 

Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) 
La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) cuenta con una oferta formativa que puede resultar interesante para organizaciones sociales.
Ejemplo de ellos es el Curso Ciudades, Acción Exterior y Cooperación en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que forma parte de un proyecto que coordina el Fondo Andaluz de municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI).
El Curso de Experto en Diseño y Herramientas de la Transición Socioecológica, por otro lado, se dirige a personas comprometidas con los desafíos socioecológicos interesadas en explorar la manera de aplicar los conocimientos y el desarrollo tecnológico actuales en este campo.

 

Universidad Pablo de Olavide
En la Universidad Pablo de Olavide es posible seguir un Máster en Derechos Humanos, Interculturalidad y Desarrollo que tiene por objeto establecer conexiones entre la normativa y la jurisprudencia internacional sobre Derechos Humanos y el establecimiento de condiciones materiales y endógenas de desarrollo económico en América Latina y África.

El Máster Cuestiones Contemporáneas en Derechos Humanos, que ya afronta su octava edición, pretende crear agentes de desarrollo local e internacionalización del territorio con recursos formativos para gestionar organizaciones que realicen un trabajo de calidad en el ámbito local y elaboración de proyectos.

Por su parte, el Máster en Intervención Social, Cultura y Diversidad quiere contribuir a la capacitación de profesionales en el ámbito de las ciencias sociales, con el fin de intervenir, desde múltiples dimensiones, sobre los diversos procesos sociales que componen la sociedad.

Además, oferta un Curso de Experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo, dirigido a personal técnico de ONG o instituciones públicas vinculadas a la cooperación internacional para el desarrollo que necesiten mejorar o actualizar sus conocimientos.

 

Universidad de Sevilla
El Máster Universitario en Estudios de Género y Desarrollo Profesional pretende incorporar los valores de igualdad entre hombres y mujeres. Su objetivo es formar profesionales capaces de asumir tareas relevantes en la gestión, dirección y planificación de la promoción de la igualdad de oportunidades en actividades, instituciones públicas y privadas, empresas y otras entidades.

 

“La buena voluntad es admirable, pero no es suficiente para gestionar de forma eficaz y eficiente una ONG”. Entrevista con el director gerente de Asociaciones y Fundaciones Andaluzas (AFA), Juan Luis Muñoz Escassi

Juan Luis Muñoz Escassi dirige desde 2003 Asociaciones y Fundaciones Andaluzas (AFA), una entidad que actualmente aglutina a más de 500 asociaciones y fundacionesEstudió Derecho en la Universidad de Sevilla y posteriormente se formó en dirección y administración de empresas y en entidades no lucrativas. Predica sobre la profesionalización del Tercer Sector en Andalucía desde varias Escuelas de Negocios, como conferenciante y como profesor en cursos especializados del sector.

  • El Tercer Sector ha evolucionado mucho durante estos últimos años, pero ¿considera que la profesionalización sigue siendo una asignatura pendiente para las ONG andaluzas? 

Yo, que estoy todo el día rodeado de asociaciones y fundaciones, veo que todavía muchas no son conscientes realmente de lo importante que es estar muy profesionalizado. Para mi, de eso depende la buena marcha de nuestras entidades.
Sí es cierto que, si miro 15 años hacia atrás, veo que hay una mayor conciencia pero todavía hoy, en mi opinión, nos queda mucho camino por recorrer. Se ve perfectamente que las que están profesionalizadas van a otro ritmo.

  • Usted dice que el voluntarismo no gestiona este tipo de organizaciones.

La buena voluntad es admirable, pero no es suficiente para gestionar de forma eficaz y eficiente una ONG. Conozco a mucha gente que es muy buena persona, hace muchas cosas por los demás, pero sería incapaz de gestionar este tipo de organizaciones.
Todas las asociaciones y fundaciones tenemos una responsabilidad muy grande con nuestros beneficiarios; tenemos una responsabilidad con ellos y, además, con los fondos que recibimos, que no son nuestros y, por tanto, tenemos que ser muy profesionales para gestionarlos y rendir cuentas de nuestra gestión. Tenemos que ser capaces de medir muy bien el impacto para poder evaluar muy bien lo que hacemos, nuestros resultados.

«La receta pasa por la formación en tres puntos clave: en gestión, en comunicación y en captación de fondos»

 

  • ¿Cuáles serían las claves para esa profesionalización? ¿Puede darnos una receta?

Para profesionalizarse lo primero sería formarse, pero formarse bien. Y no sólo la persona que hace las veces de director o directora, sino formar al equipo entero.
Desde AFA estamos trabajando mucho en el tema de la formación. ¿Formación en qué? Para mi, la receta sería la formación en tres puntos clave: en gestión, en comunicación y en captación de fondos.
Lo primero sería la formación en la gestión de este tipo de organizaciones. Debería ser obligatorio que toda persona que gestione una ONG estuviese muy formada para gestionar personas, recursos, etc. Por tanto, el primer paso es gestionar.
En segundo lugar, la comunicación. La comunicación es contar todo lo que hacemos y desde ahí hay una fina línea hasta la captación de fondos. Cuanta más gente se entere de lo que hacemos, mejor visibilizas tu causa y más fácil será captar fondos.
Y luego está la captación de fondos. Es uno de los principales problemas del sector y las entidades están muy preocupada por los recursos, pero tú le preguntas a cualquier ONG de Andalucía quién tiene un departamento de captación de fondos que se dedique todo el día a buscar dinero y te puedo garantizar que hay dos. Y casualmente recaudan muchos fondos. Por tanto, no debe ser una preocupación muy grande. Ahí lo dejo.
La realidad es que los recursos son escasos y han cambiado las fuentes de ingresos. Como no estamos profesionalizados, no llegamos a esas fuentes de ingresos correctamente.

  • Vamos por partes. Usted defiende que las ONG deben gestionarse como una empresa. ¿No choca eso con el concepto “sin ánimo de lucro”?

Una ONG tiene dos formas jurídicas: o una asociación o una fundación. Por el hecho de ser una ONG, va innato en ellas ser entidades sin ánimo de lucro. Sin ánimo de lucro por definición significa que no hay reparto de beneficios, pero nadie me impide ganar beneficios. Mi objetivo tiene que ser ganar cuanto más dinero, mejor, pero no por mi, sino que cuanto más dinero gane, más cosas podré hacer por mis beneficiarios.
Pero, para mi, una ONG tiene que ser gestionada como una empresa. Con sus peculiaridades, por supuesto, pero como una empresa. Podemos hacer proyectos muy bonitos, pero está claro que, en una asociación o una fundación, si no ingreso más que gasto, no voy a poder cumplir con mi cometido. Esto es una responsabilidad muy importante, porque trabajo para las personas que se benefician de mi actividad.
Tenemos que quitarnos ese complejo. Tenemos que ver que cuanto más dinero gane, más cosas voy a hacer por la discapacidad, por la ELA, por el cáncer, por lo que sea. Los gestores de este tipo de organizaciones tienen que levantarse cada mañana con el objetivo de ganar, ganar, ganar, ganar y ganar para poder hacer cosas. Y utilizar esos recursos de la forma más eficaz y más eficiente posible para que el impacto sea lo más grande posible. Esto es como una empresa cualquiera, hay un mercado y el que se pone las pilas sale adelante y el que no, va a desaparecer.

«Tenemos que quitarnos ese completo. Cuanto más dinero gane, más cosas podré hacer por mis beneficiarios»

 

  • Usted también habla de atraer talento a las ONG, como parte importante del su proceso de profesionalización.

Sí, me parece un tema clave de la gestión. Las asociaciones y fundaciones necesitan atraer talento y formarlo muy bien para que el trabajo repercuta en nuestros beneficiarios.
Las personas que estamos trabajando en este sector, cada uno en función de su valía, sus funciones, sus capacidades, tenemos que perder el miedo a ganar dinero, porque somos profesionales y tenemos que cobrar por ello.
El Tercer Sector está en alza, que cada vez hay más entidades, y además no tenemos que perder de vista que aquí la gente no trabaja sólo por un sueldo. Aquí hay algo más, ponemos el alma en nuestro trabajo.
Una parte muy importante de nuestro personal son los voluntarios. También hay que profesionalizar la gestión de los voluntarios: entrevistarlos, conocerlos, entender sus necesidades, tener una ficha de cada uno, explicarles lo que estamos haciendo, qué pueden aportarnos, darles cariño. Muchas veces las entidades no cuidan esto. El voluntariado puede empezar siendo un activo de mi entidad pero si no lo cuido puede ser algo que no hable bien de mi entidad, que no comunique bien. Todos tenemos que trabajar en cuidar muchísimo al voluntario y tratarlo de una manera muy profesional.
Estoy convencido de que este sector crecerá mucho más cuando seamos capaces de atraer talento y para ello evidentemente hacen falta recursos. Y ahí volvemos a la captación de fondos, que necesita de una buena comunicación y de una buena gestión para canalizarlos.

  • ¿Cree que la comunicación sigue siendo un déficit de las organizaciones sociales?

Soy un defensor de la comunicación, para mi es esencial. Yo, si montase hoy una asociación o una fundación, lo primero que contrataría sería a alguien de comunicación. Podemos estar haciendo cosas muy buenas pero que no se entere nadie. Yo, que estoy todo el día viendo asociaciones y fundaciones, veo la labor tan grande que están haciendo y les digo, ¿y esto por qué no lo contáis?
La comunicación es clave, hacia fuera, para contar diariamente todo lo que hago. Resulta fundamental porque va unido a la captación de fondos; pero también hacia dentro, para que todo el mundo, nuestros voluntarios, nuestros trabajadores, sepan perfectamente todo lo que hacemos.

«Lo primero es conocer cuáles son las fuentes de ingresos y luego trabajarlas y diversificarlas»

 

  • Ha dicho antes que las fuentes de ingresos han cambiado. ¿Con qué panorama se encuentran las ONG actualmente?

Si queremos captar fondos, lo primero es conocer cuáles son las fuentes de ingresos y luego trabajarlas y diversificarlas para que, si se cae una, tengas las demás. Porque yo estoy convencido de que dinero hay, pero han cambiado las fuentes de ingreso y hay que hacer las cosas muy bien para que la gente te dé dinero. No ya donantes particulares, sino empresas y demás.
Antes hemos vivido en este sector de la Administración y de las obras sociales. Obras sociales prácticamente no quedan. En el 2008, las obras sociales movían 88 o 90 millones de euros, ahora no hay dinero ni en las obras sociales ni en la Administración. Esto ha cambiado. Durante mucho tiempo las organizaciones pensaban que esto volvería a ser como antes, y esas están desapareciendo. Hay gente que se ha puesto las pilas y ha empezado a diversificar.
Hay muchas fuentes de ingresos y hay que trabajarlas todas. Y cuando ya consigo los recursos, por muchos o pocos que sean, hay que cuidarlos. No cuidamos a los donantes, es mucho más difícil conseguir un donante nuevo que mantenerlo, le tengo que dar razones continuamente para que me siga dando recursos.

  • La entidad que usted dirige agrupa a 500 asociaciones y fundaciones andaluzas. ¿Cree que hay una excesiva atomización del sector en Andalucía?

Efectivamente, una de las debilidades de las entidades que hay en este sector es el tamaño. Las ONG se tienen que fusionar, hay muchas pequeñas entidades haciendo cosas parecidas, y es una manera de coger tamaño, de profesionalizarse, de coger fuerza y desarrollarse. La única manera para eso es colaborar, que haya gente con visión dirigiendo estas asociaciones y fundaciones para ver eso.
Si comparto contigo un proyecto, el proyecto se hace más grande y voy a conseguir más que si lo hiciese solo. La colaboración, desde mi punto de vista, es fundamental. En la medida en que yo colabore con otras entidades, otras entidades querrán colaborar conmigo, y eso posibilita que ocurran cosas muy chulas. Si somos capaces de cambiar esa cultura de la competencia será un gran paso para el sector.
Pero para eso hay que conocerse, me parece vital. Desde el principio, en AFA estamos trabajando mucho por crear una red de contactos, que la gente se conozca. Cuando empezamos hace 14 años muy poca gente se conocía.
Desde AFA y desde otras entidades, como CSL, estamos trabajando para construir una red de contactos, algo que es muy importante en este sector, porque la colaboración para mi es el futuro. Según un estudio que salía recientemente en Estados Unidos sobre los 200 directores generales de las ONG más importantes de allí, hablaban de que el futuro es la colaboración. Es una fuente de ingresos en sí misma. Si yo me dedico a una cosa y otro hace otra cosa, podemos juntarnos y hacer cosas juntos, pero el primer paso es conocerse.
La gente tiene que salir de su despacho. En tu fundación o en tu asociación no pasa nada, está en la calle. Tenemos que salir mucho más de nuestras entidades, salir a la calle y relacionarse porque ahí es donde encontraremos oportunidades y fuentes de ingresos.

Co – Un artículo de Paco Rojas, arquitecto

Colaborar es una idea que está de moda. A nivel urbano, poco a poco cada vez son más las ciudades que tratan de desarrollar modelos colaborativos en los que la participación ciudadana se fomenta para obtener soluciones más inclusivas y democráticas.

La realidad es que las ciudades nunca fueron tan complejas y dinámicas. Cada vez son menos simples asentamientos y sí más sistemas complejos donde se valora el uso público del espacio que compartimos incluso cuando es de propiedad privada. Así, entendemos nuestras calles, parques y plazas como espacios de todos y para todos y estamos de acuerdo en que difuminar sus límites ayuda a tener ciudades más inclusivas.

Como la economía colaborativa nos ha enseñado, cada vez tendemos a compartir más cosas en lugar de poseerlas. Hoy en día, podemos compartir alojamiento, transporte, habilidades, espacios de trabajo, objetos, tiempo, producción de comida, energía y servicios. Juntos, con frecuencia extraños que compartimos intereses durante un periodo de tiempo, entendemos la importancia de establecer lazos con nuestras comunidades y asumimos la necesidad de compartir para tener una experiencia urbana más completa.

De esta manera, en los últimos años, hemos presenciado varios ejemplos que han funcionado como una alternativa al modelo tradicional. A veces, gracias a iniciativa pública, fomentando un proyecto de inclusión y recuperación de barriadas desfavorecidas y con grandes problemas de delincuencia, como en caso de los Parques Bibliotecas instalados en las favelas de Medellín; y otras como cuando una organización sin ánimo de lucro consiguió involucrar a autoridades e inversores para co-financiar el proyecto de recuperación del Highline de Nueva York para crear un parque lineal de acceso público que se ha convertido ya en uno de los iconos de Manhattan.

Hay una tercera vía que, gracias a las llamadas redes participativas, cada vez se está asentando más en nuestra sociedad, donde proyectos que nacen totalmente de una iniciativa ciudadana o de una inversión privada puntual, consiguen dejar en un segundo plano el papel de las autoridades y dar respuesta a una necesidad o un servicio precario mediante modelos de crowdfunding o movilización ciudadana.

Dentro de esta variante, me gustaría resaltar ejemplos en diferentes ciudades europeas que se han convertido en referentes a la hora de cuestionar el modelo tradicional urbano ya sea por proponer un servicio, un uso productivo de un espacio en desuso o una alternativa a la vivienda:

  • Puente Luchtsingel en Rotterdam (2015)
  • Southwark Lido en Londres (2008)
  • Casastristes en Madrid (2007) – The Collective en Londres (2017)

Los ciudadanos toman parte activamente

Puente de Luchtsingel, Rotterdam (2015). Imagen de Ossip Van Duivenbode.

Con sus 400 metros de largo, este puente peatonal que cruza sobre vías del tren y carreteras para dotar de una vía pública hacia la estación central de Rotterdam desde dos distritos residenciales mal conectados entre sí, fue la primera gran infraestructura pública financiada por crowdfunding.

Además del enlace mencionado, el proyecto incluía un espacio para eventos, una granja urbana sobre las cubiertas de los edificios colindantes y un parque con instalaciones de ocio y deportivas.

La idea original vino de ZUS Architects que lanzaron una campaña de crowdfunding que permitía a cualquiera a participar y co-financiar parte del proyecto estableciendo diferentes niveles de colaboración y recompensas. Por cada 25€ donados, podías tener tu nombre grabado a lo largo del puente. Durante el proceso de recaudación, más de 8000 donantes participaron pero fue gracias al apoyo de las autoridades locales que se consiguió llevar a cabo el proyecto en tan sólo 3 años.

De acuerdo con la normativa local, el proyecto no tenía carácter permanente y estaba previsto que el puente permaneciera instalado tan sólo 5 años. Sin embargo debido a su éxito, es posible que este periodo se extienda hasta 10 años más. Es un ejemplo de cómo un proceso participativo liderado por la acción ciudadana puede lograr una alternativa rápida y efectiva (aunque temporal) a los procesos urbanos tradicionales.

Para más información sobre el proyecto:

http://www.luchtsingel.org/en/locaties/bridge

 

Un proyecto ‘mientras tanto’ para la comunidad

Southwark Lido, Londres (2008). Imagen de Exyzt Colléctif.

Gracias a la colaboración del promotor Solid Space y la organización sin ánimo de lucro The Architecture Foundation, a este lugar en el centro de Londres se le dio la oportunidad de abrirse al público y convertirse en un dinamizador social durante 8 años pasando de ser un balneario, un jardín para la comunidad, un lago, un espacio para eventos y un pub con el fin de explorar el potencial de los espacios vacíos en transición que se encuentran en las ciudades.

Muchos de los proyectos mencionados fueron encargados al colectivo francés de artistas y diseñadores Exyzt, quienes decidieron aportar sus estrategias para fomentar encuentros entre desconocidos con la intención de reforzar el sentimiento de comunidad e inclusión social a la vez que proveían de un servicio de uso público.

En 2008, el primer proyecto consistió en transformar el solar en un balneario (Lido) que contaba con sauna, piscina, solarium y otros espacios para el ocio totalmente gratuito y abierto al público. La mayoría de los materiales usados en la construcción fueron reusados de proyectos previos, alquilados o donados para posteriormente ser cuidadosamente desmantelados.

Hoy, este proyecto temporal ya  ha concluído y se ha construído el edificio de oficinas que los promotores originalmente habían previsto. Sin embargo, este espacio ha sido uno de los primeros ejemplos en una ciudad como Londres donde los urbanistas tuvieron la oportunidad de debatir sobre el potencial de estos espacios en transición y cómo los colectivos locales pueden crear y cuidar los espacios urbanos que nos rodean.

Para más información sobre el proyecto:

http://www.exyzt.org/southwark-lido/

 

Las ciudades como sharing hubs

Casastristes, Madrid (2007). The Collective, Londres (2017). Imagen de Creative Commons.

En 2007, durante los primeros días de la crisis inmobiliaria en España, y como consecuencia de la abundancia de los espacios en desuso y viviendas vacías, surgió una iniciativa ciudadana que derivó en una red colaborativa llamada Casastristes que recaudaba la localización y número de estos proyectos vacíos.

Con el objetivo de visualizar el problema y establecer puntos de discusión y planes de acción para los ciudadanos, son numerosos los ejemplos que se suman a dicha iniciativa, animando a todo el mundo a participar,  localizando y dando todo tipo de detalles del estado actual de dichos inmuebles en desuso.

Tradicionalmente estas viviendas, edificios públicos, almacenes y otros espacios vacíos han sufrido allanamientos. Sin embargo, en ciudades como Londres, Rotterdam o Berlín, hay ejemplos en los que el propietario y los ocupas han llegado a acuerdos en los que a través de un tercero que actúa como intermediario o guardián de la propiedad, se les permite a los inquilinos ocupar los espacios a cambio de cuidar de las instalaciones, tener un programa cultural activo y de uso público o proponer actividades de beneficio para la comunidad.

En paralelo y, más recientemente, como consecuencia natural de la idea de los espacios de co-working, nuevos modelos de co-living han aparecido. En estos casos, como en The Collective en Londres, los inquilinos intentar encontrar contactos profesionales y personales en complejos residenciales en los que se comparten servicios comunes y se intenta huir del precio de la vivienda debido a la gentrificación.

Para más información sobre el proyecto:

http://casastristes.org/

https://www.thecollective.com/

 

En definitiva, la diversidad de los niveles de participación e interacción en nuestras ciudades es cada vez más rica y compleja. Desde la autoconstrucción  a la cofinanciación de un proyecto de vivienda, desde cultivar comida en un huerto privado a compartir producción de alimentos entre vecinos y distribuirla localmente, desde modos de vida colaborativos donde las habilidades son intercambiadas en lugar de que haya un acuerdo económico, donde un proyecto de crowdfunding permite que se construya una instalación temporal, desde fomentar la creación en espacios como fablabs de libre acceso y formación a reintroducir el reuso de materiales de construcción en nuestras ciudades siempre que sea posible…

Esta nueva forma de convivir en nuestras ciudades está cada vez más implantada. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo que hacer para conseguir un equilibrio adecuado que garantice igualdad, justicia e inclusión social. Los modelos colaborativos creativos se basan en desarrollar confianza entre desconocidos y proteger el bien común (lo que compartimos).

A nivel de ciudad, los urbanistas y arquitectos deben también adaptarse y planificar para la evolución, comprender que las ciudades necesitan ser más reactivas y flexibles a los tiempos que vienen y a las necesidades de los ciudadanos, ser capaces de democratizar el acceso a nuestras calles y a otros espacios de uso públicos, fomentar la participación y la posibilidad de gestionar procesos surgidos desde la ciudadanía, asumir la temporalidad de los proyectos urbanos como complemento a los procesos tradicionales permanentes…

¡Es hora de definir el bien común!

 

Francisco Rojas Rivadulla (1985) es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y Máster en Proyectos Arquitectónicos Avanzados por la ETSAM de Madrid. Desde hace cinco años, es residente en Londres, donde ha desarrollado experiencia profesional con el colectivo Exyzt y Foster+Partners para llegar a Heatherwick Studio, donde actualmente ejerce como arquitecto.

Como práctica lateral, se especializa en explorar estrategias proyectuales que se difuminan entre la sociología, el arte relacional, los procesos colaborativos o la deconstrucción. Algunos de sus trabajos y concursos han sido publicados en diferentes medios especializados y han sido premiados a nivel internacional.

 

Córdoba Social Lab participa en «Enredando: Participación Ciudadana para la Sostenibilidad Urbana en Andalucía Occidental»

Córdoba Social Lab ha participado en el proyecto “Enredando: Participación Ciudadana para la Sostenibilidad Urbana en Andalucía Occidental”, un mapeo de iniciativas sociales que trabajan por la sostenibilidad urbana en ciudades de Andalucía Occidental, liderado por la organización El Enjambre Sin Reina, con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.

Aquí podéis consultar el documento de recopilación de iniciativas sociales, entre las que está CSL, entidades miembro de CSL como Acopinb y muchas otras de Córdoba y otros municipios relacionadas con distintos temas de interés social y urbano como la educación, la participación, la justicia social, la comunicación, el consumo, la economía o la agroecología.

L@s comapñer@s de El Ejambre Sin Reina también han elaborado un audiovisual en el que recogen cuatro de las experiencias participantes. Ver video.

¡Os aconsejamos echar un ojo a este completo mapeo!